En un nuevo llamamiento, los líderes africanos instan a los países más ricos a aumentar su apoyo financiero a una iniciativa fundamental del Banco Mundial. La iniciativa, que constituye el núcleo de su llamamiento del lunes 29 de abril, tiene por objeto proporcionar préstamos a bajo interés para ayudar a los países en desarrollo. Su llamamiento subraya el papel esencial de la solidaridad internacional a la hora de afrontar retos acuciantes, y en este caso, en particular, el cambio climático. Durante décadas, el Banco Mundial ha servido de salvavidas a los países más pobres, apoyando proyectos de desarrollo en todo el mundo. Sin embargo, a medida que se agrava la crisis climática, y con ella las disparidades de riqueza, la necesidad de financiación se ha hecho cada vez más urgente. «Hacemos un llamamiento a nuestros socios para que se unan a nosotros en este momento histórico de solidaridad y respondan eficazmente aumentando sus contribuciones a la AIF… hasta al menos 120.000 millones de dólares», declaró el Presidente de Kenia, William Ruto, en una reunión de líderes africanos y el Banco Mundial. Los donantes harán sus aportaciones en efectivo a la Asociación Internacional de Fomento (AIF), una institución del Banco Mundial que ofrece préstamos con tipos de interés bajos y plazos largos, en una conferencia que se celebrará en Japón en diciembre. El Presidente Ruto citó a su propio país, Kenia, que actualmente se enfrenta a terribles y mortales inundaciones. Somalia es otro ejemplo de nación que lucha contra la inestabilidad política y la pobreza al tiempo que sufre las consecuencias del cambio climático. Las recurrentes sequías e inundaciones que sufre el país causan estragos en los cultivos y los medios de subsistencia, agravando la inseguridad alimentaria y los desplazamientos. Otra nación que sufre es Mozambique, donde los frecuentes ciclones dejan a las comunidades vulnerables y luchan por recuperarse. Las regiones costeras del país son especialmente vulnerables, y el aumento del nivel del mar supone una amenaza para los hogares y los medios de subsistencia. Estos países son sólo dos en los que los cambios medioambientales ejercen presión sobre los recursos y agravan las desigualdades socioeconómicas. Los préstamos a bajo interés que concede el Banco Mundial son indispensables para muchas naciones en desarrollo, ya que les permiten adaptarse al cambio climático y promover el desarrollo sostenible. Los líderes africanos, junto con sus homólogos de otras regiones en desarrollo, instan a que se adopten compromisos y medidas concretas para abordar estos problemas mundiales críticos.
Francesca Merlo