Los miembros de la Federación Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja están ocupados en Ginebra con los trabajos de la 34ª Conferencia Internacional, que este año coincide con el 75º aniversario de los Convenios de Ginebra de 1949, que sentaron las bases del derecho internacional humanitario. Esta coincidencia de acontecimientos ha impulsado a la Federación a relanzar como prioridad la cuestión de la defensa de los civiles y de los niños en particular en los más de 100 conflictos armados en curso, muchos de los cuales son ignorados por la comunidad internacional y los medios de comunicación. Recordando la apertura de la Conferencia de Ginebra, el Papa Francisco, tras el rezo del Ángelus dominical del pasado domingo 27 de octubre, quiso lanzar su propio llamamiento para que incluso en la guerra «se respete el derecho internacional y humanitario» hacia los pueblos y la integridad de los lugares civiles y religiosos. El Pontífice citó las guerras más recientes, desde Ucrania a Oriente Medio, instando a despertar las conciencias por los niños y los civiles que son «masacrados cada día». «El alto el fuego -afirma Andrea Iacomini, portavoz de Unicef Italia, en declaraciones a los medios de comunicación no concierne sólo a los conflictos sobre los que hay mayor atención. En el mundo hay al menos 500 millones de niños que viven en zonas de conflicto y no es exagerado decir que hoy vivimos la peor época desde 1946 en lo que respecta a los niños afectados por las guerras». También el presidente de la Cruz Roja italiana, Rosario Valastro, se unió con gratitud al llamamiento lanzado por el Papa. Recordó cómo a menudo ni siquiera la ayuda humanitaria tiene garantizado el acceso a las zonas de crisis y que los mismos trabajadores humanitarios, que deberían poder aliviar el sufrimiento y las consecuencias de la guerra, no pueden actuar con seguridad. Esta última es una cuestión que las organizaciones humanitarias internacionales plantean cada vez con mayor frecuencia, como ocurrió en Roma en la última cumbre de la FAO, cuando la directora del Programa Mundial de Alimentos, Cindy Hensley McCain, denunció que no es raro que los trabajadores humanitarios sean considerados objetivos por las partes enfrentadas. Según cifras publicadas a principios de verano por Naciones Unidas, las muertes de civiles en conflictos armados aumentaron un 72% sólo en 2023, el porcentaje de mujeres asesinadas se duplicó y el de niños se triplicó. «No podemos sino reiterar los compromisos que todos y cada uno de los Estados han asumido formalmente a nivel internacional -subraya Iacomini-, Naciones Unidas debe volver a ser el lugar donde los países puedan encontrar una oportunidad para la confrontación y el diálogo. Debe ser una inversión en las generaciones futuras». El plenario de la Conferencia Internacional de la Federación de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja se centrará principalmente en la prevención de las violaciones del derecho internacional humanitario, poniendo hoy el acento en una serie de ámbitos específicos, como la guerra en los centros urbanos, la protección del medio ambiente en los conflictos armados y los sistemas de armas autónomos y automatizados.
Stefano Leszczynski