Argentina está presenciando un giro significativo en su sector minero, con grupos empresariales nacionales irrumpiendo en un terreno históricamente dominado por multinacionales. Esta incursión marca una nueva era de confianza y diversificación en la exploración y producción de minerales estratégicos como el litio, el cobre y el oro. La incursión de las mineras argentinas es una tendencia interesante de seguir, ya que el sector se afianza como uno de los sectores claves de la economía. Representa el 5,8% del total de las exportaciones nacionales y genera más de 100.000 puestos de trabajo. En 2024, más de 40.000 personas trabajaron directamente en la industria, con provincias como Salta registrando un aumento del 19% en el empleo. Se prevé que la producción de litio crezca un 77% para 2025, impulsando aún más este desarrollo. Tradicionalmente, la minería argentina ha sido un coto de empresas internacionales debido a las enormes inversiones y el conocimiento técnico especializado que exige. Nadav Rajzman, jefe de Economía de la Cámara Argentina de Empresas Mineras (CAEM), explica que «el sector está dominado por empresas internacionales porque los proyectos mineros, como los de cobre, requieren inversiones que rondan los U$S 4.000 a U$S 6.000 millones. Son montos muy difíciles de afrontar para una firma sin respaldo financiero global». Sin embargo, en el caso del litio, la realidad es diferente. Los proyectos de este mineral tienen inversiones promedio de U$S 800 millones, lo que ha hecho «más factible la participación de capitales nacionales». En línea con las declaraciones que llegan de Chile, Rajzman también subraya que «el conocimiento específico también es clave. Argentina no tiene una trayectoria minera. Y hoy la minería requiere saber hacer, experiencia operativa, acceso a mercados financieros y tolerancia al riesgo». A pesar de estos desafíos, el ingreso de actores locales es visto como «muy positivo», ya que «indica que hay confianza en que las cosas están por concretarse». Además, las empresas locales «aportan territorialidad, conocimiento del entorno económico, político y social. Eso le suma valor a los proyectos», destaca Rajzman. En este contexto, la pregunta es: ¿qué empresas argentinas están apostando por la minería? Un relevamiento de +E deja ver que hay numerosos grupos empresariales locales que están profundizando su presencia, algunos en solitario y otros en asociación con capitales extranjeros. Comencemos por el oro blanco, en lo que se refiere a la minería de litio, el mapeo muestra que las principales petroleras argentinas, como YPF, Pan American Energy y Pluspetrol, han incursionado en sector, aprovechando su know-how técnico. No obstante, el atractivo de Vaca Muerta y la baja de precios del litio han ralentizado algunos de sus estudios de factibilidad. Por otro lado, IRSA y el Grupo Bemberg están avanzando con inversiones en proyectos de litio en Salta y Jujuy, con el objetivo de posicionarse en el mercado global de baterías, clave para la transición energética. Para terminar, el Grupo Techint también está ingresando al sector del litio, señalando un interés creciente de empresas argentinas en este mercado. El cobre, el otro gran protagonista del presente minero de Argentina, también es un foco de interés. El Grupo Alberdi ha tomado participación en el Proyecto San Jorge (Mendoza). Este proyecto es de menor escala, pero está avanzado y podría entrar en producción antes que otros desarrollos más ambiciosos, donde son socios con la empresa suiza Zonda Metals. También están involucrados en la exploración del yacimiento Cerro Amarillo, en Malargüe. Tal como anticipamos desde +E, la Familia Braun realizó una inversión significativa de U$S 9 millones en Mogote Metals. Esta empresa controla el proyecto de cobre Filo Sur en la provincia de San Juan, ubicado en el Distrito Vicuña, una región con potencial para la extracción de cobre, oro y plata. Finalmente, el Grupo Bemberg e IRSA participan en proyectos vinculados al negocio del oro y la plata en Santa Cruz, Río Negro y San Juan. En su mayoría, estos proyectos están asociados con capitales extranjeros (canadienses o australianos) y se apalancan en el financiamiento que ofrece la Bolsa de Toronto. Asimismo, Minas Argentinas, del Grupo Exxel, planea una inversión de U$S 1.000 millones en San Juan para desarrollar una nueva mina subterránea en Gualcamayo. La proyección es una producción anual de 120.000 onzas de oro durante al menos 17 años. Para terminar, el Grupo Eurnekian diversificó su portafolio energético al adquirir el 80% del proyecto de uranio Ivana en Río Negro, con una inversión de U$S 160 millones. Rajzman lo destaca como uno de los grupos nacionales que apuestan a proyectos de litio, uranio o cobre.
Carla Barbuto
