Pampa Energía tomó una decisión y el 2025 apuntará todos sus cañones al desarrollo de Rincón de Aranda. La compañía comenzó a consolidar al bloque como su nuevo proyecto estrella en Vaca Muerta.
Con una producción actual de 6500 barriles diarios y una proyección de crecimiento que apunta a triplicar ese volumen para fines de 2025, Pampa está atravesando una etapa clave: la transición hacia la escala industrial, con foco en eficiencia y reducción de costos.
Gustavo Mariani, vicepresidente ejecutivo y CEO de la firma, y Horacio Turri, vicepresidente ejecutivo y responsable del área de Exploración y Producción, dialogaron con inversores y ofrecieron detalles técnicos y financieros del proyecto, que ya muestra resultados concretos.
En marzo, la compañía completó la fractura hidráulica y la conexión de la Plataforma N.º 2, que forma parte de un conjunto de siete unidades planificadas. Desde entonces, comenzaron a aumentar la producción y a llenar los ductos y la planta de producción temporal (TPF), con capacidad para tratar hasta 20.000 barriles diarios. A la fecha, ya superan los 6000 barriles, todos transportados por oleoducto, lo que elimina el uso de camiones y baja los costos logísticos.
Una hoja de ruta para 2026
Según explicó Turri, ya se perforaron cinco plataformas, de las cuales tres fueron fracturadas. La Plataforma N.º 2 es la única conectada por ahora, pero en los próximos días se sumarán la N.º 3 y la N.º 4. Para finales de 2025, seis de las siete estarán operativas, lo que permitirá alcanzar el objetivo de 20.000 barriles diarios.
«Hoy estamos bombeando más de 6500 barriles por día. Esperamos llegar a 12.000 en agosto o septiembre y cerrar el año con 20.000. Toda marcha bien», indicó Turri. Y agregó que para 2026 la inversión total prevista en el bloque es de 460 millones de dólares, con 360 millones de dólares destinados a perforación y terminación de pozos, y 100 millones de dólares a infraestructura.
Uno de los datos más destacados es la evolución en los costos de extracción. En la primera etapa, cuando se transportaba por camión, rondaban los 24 de dólares por barril. Con la conexión al oleoducto La María Chica Norte, ese valor cayó a 8 de dólares. La proyección para la última etapa, una interconexión con el sistema troncal de Vaca Muerta, apunta a alcanzar un costo de apenas 5 dólares por barril.
Pozos eficientes
En términos de productividad, Mariani detalló que cada pozo en Rincón de Aranda muestra una producción inicial (IP) de 1600 barriles diarios y una producción acumulada estimada (UR) de entre 1,2 y 1,3 millones de barriles. El costo por pozo hoy se sitúa entre 16 y 17 millones de dólares, pero se espera que baje a entre 14,5 y 15 millones de dólares cuando se consolide el modelo de fábrica hacia fin de año.
«El objetivo es reducir el capex por pozo sin sacrificar eficiencia. Hoy sumamos al costo total las líneas de flujo, algo que muchas compañías no hacen. Nosotros creemos que es clave, porque sin esas líneas no se puede transportar el petróleo», explicó Mariani.
El punto de equilibrio del proyecto también resulta alentador: menos de 40 de dólares por barril Brent. Esta cifra incluye no solo los costos operativos, sino también la inversión en infraestructura básica.
Los próximos pasos en Vaca Muerta
Actualmente, la compañía tiene un pozo perforado y terminado (el de la Plataforma N.º 5), y está perforando las plataformas N.º 10 y N.º 11. Además, existen dos plataformas parcialmente perforadas (N.º 7 y N.º 8) hasta el punto de aterrizaje en Vaca Muerta, pero sin desarrollar el tramo horizontal, lo que permitirá evitar interferencias en la etapa de terminación.
«Tenemos un pozo DUC que perforaremos en junio, y sumaremos las plataformas N.º 10 y N.º 11 entre septiembre y noviembre. Vamos avanzando según lo previsto», aseguró Turri.
El desarrollo en fases permite a Pampa Energía optimizar recursos y ajustar su estrategia según el comportamiento real de los pozos. A medida que se vayan incorporando más plataformas y se consolide el flujo continuo hacia la planta de tratamiento, se espera que los márgenes mejoren todavía más.
Rincón de Aranda es parte del ambicioso plan de crecimiento de Pampa Energía en Vaca Muerta, que busca posicionarse como un jugador relevante en el mercado de petróleo no convencional. Con inversiones escalonadas y un enfoque en la eficiencia técnica, la empresa apunta a generar un retorno atractivo, aún en escenarios de precios moderados.
«Estamos construyendo un desarrollo robusto, escalable y con costos muy competitivos. Rincón de Aranda es clave para nuestra estrategia de expansión en upstream», concluyó Mariani.
La hoja de ruta está clara. Si se cumplen los tiempos y metas anunciadas, Pampa podría cerrar 2025 con uno de los bloques de shale oil más eficientes de la Cuenca Neuquina, combinando tecnología, logística integrada y un enfoque financiero conservador pero ambicioso.
Antonio Ojeda
